miércoles, 9 de enero de 2008

Román del Valle


Román del Valle.
Industriales del barrio de Oñón, primero con la fragua de Román, que tenía mucha garantía en sus trabajos de forja y calderería. Luego fue un taller de importancia. Llegaron a fabricar encargos para Venezuela. Hasta allí llegaba la fama de Talleres Román de Oñón.
De Román del Valle, hay que decir también que era el incansable organizador los festejos de San Pedro, patrono del barrio.
Se gastaba las pestañas en pagar a músicos y en animar a los churreros para que se instalasen en el real sin pagar cuota por colocar el puesto. Román pagaba él a todos, porque sabía que cuando en la madrugada, el barrio de Oñón convidaba todos con chocolate, el tener las c
hurrerías fabricando del rico bocado era un complemento satisfactorio. Luego, las gentes hablaban y no terminaban de ponderar la fiesta de Oñón, los churros y la churrera.
Mas un año, la lluvia originó un luctuoso accidente. Manolin Mori, del servicio eléctrico del Ayuntamiento, cuando estaba subido a una escalera, colocando la chocolatera grande, que se colgaba en medio de la calle sobre el lugar de la fiesta recibió una descarga eléctrica que le ocasionó la muerte. Se suspendieron las fiestas aquel año en señal de duelo.
A Román le sucedió su hijo Pepin, gran mecánico, los hijos de éste Manuel, Mª Amor y David, este último jugador de fútbol en la Tercera División. Militó en las filas del Santa Marina C.F. de Mieres, Manuel se hizo piloto de avionetas.

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